La idea de construir un gasoducto directo entre Argelia y Europa surgió durante los años setenta. Con el objetivo de estudiar la viabilidad de un enlace submarino, se realizaron estudios sísmicos, análisis geológicos, inspecciones visuales del lecho marino y estudios oceanográficos.
Sin embargo, las limitaciones técnicas del momento impedían la construcción y operación de un gasoducto en aguas muy profundas.
Dichas limitaciones ya no existían en agosto de 2000, cuando CEPSA y SONATRACH firman un protocolo de acuerdo con el objetivo de retomar el proyecto de construir el gasoducto Argelia-Europa, contemplado en los años setenta.
En febrero de 2001 se constituye la "Sociedad para el Estudio y Promoción del Gasoducto Argelia-Europa, vía España S.A." (MEDGAZ).
A partir de ese momento, varias empresas energéticas internacionales mostraron su interés por sumarse al proyecto. Actualmente, MEDGAZ está compuesta por tres compañías de probada solvencia técnica y financiera.