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Energía de transición hacia un futuro descarbonizado

De todos los combustibles fósiles que se utilizan como fuente de energía primaria, el gas natural es el de menor incidencia ambiental. El principal componente del gas natural es el metano, aproximadamente en un 90%.

La estructura molecular del metano posee un átomo de carbono por cuatro de hidrógeno, CH₄, por lo que en su combustión genera menos CO₂ que otros combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y sus derivados.

El gas natural seguirá siendo, al menos hasta 2030, una fuente necesaria para asegurar el suministro del mercado eléctrico, como muestran los datos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC 2021-2030) del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

methane
Fuente: gettyimages.com
fuego y gas

La ausencia en su composición de azufre, hidrocarburos pesados y otras impurezas le confiere notables ventajas con relación a la preservación del medio ambiente. Concretamente, el uso de gas natural como combustible para la generación de electricidad supone reducir aproximadamente en un 40% las emisiones de dióxido de carbono, si se compara con una central térmica de carbón equivalente.

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